La realidad de los directos, en la sala de conciertos.

Seguramente alguna vez habrás ido, a una sala de conciertos, a ver el grupo de tus sueños y te hayas quedado con una sensación agridulce, o incluso mala. Tranquilo, solo te está pasando como al 90% de la gente que trabaja en esto.

La realidad de los directos, en la sala de conciertos.

Que estés en primera fila en una sala de conciertos y oigas más los amplis que la PA, que las luces te den directamente en la cara, que no oigas bien la voz de los cantantes porque acopla.

Todas estas cosas pasan por la mala disposición de algunas salas de conciertos. Las malas condiciones que, en general, tiene que sufrir el técnico de FOH. Sobre todo el tener el control en cualquier sitio, menos en el ideal, distancias incorrectas, equipo “similar” al solicitado, etc…

La realidad de los directos, en las salas de conciertos.En esta foto podemos ver la sala Joy Slava de Madrid, emblemática, con programación de artistas internacionales. Apreciamos que prácticamente toda la banda está casi debajo de la PA, un calvario para el técnico de PA. Y las primeras filas del público; cegado por una batería de ACL, medio oyendo el casi FrontFill colgado de la PA…

La siguiente foto es de otro artista actuando en la misma sala de conciertos.sala de conciertos en directo rincon del tecnico instalia El escenario se ve más despejado, al haber menos integrantes en la banda, pero aún así podemos ver al cantante principal casi alineado con las Pas.

Todo esto provoca inseguridad en los técnicos de FOH de las bandas, llegando a poner el equipo de sonido a tope, ante la duda, estando más pendiente al limitador de la sala que a la propia mezcla. 

El limitador, ese gran olvidado.

Se supone que hay un aparato instalado y controlado por industria que gestiona el SPL que hay dentro de una sala de conciertos. Pero he de comunicarles que o bien no funcionan correctamente o se lo están saltando.

La realidad de los directos, en la sala de conciertos.En algunos casos me he llegado a encontrar el micrófono de medición dentro del almacén de la sala, en otros, me he encontrado el micrófono sepultado por una capa de mierda del grosor de una moqueta.

El efecto es que al medir con una herramienta profesional el SPL excede los peligrosamente 115db casi constantes!!

Hasta que todo esto se arregle y aún cuando esté solucionado, no se te ocurra meter a un menor en una sala de conciertos sin la correcta equipación.

Fuente y autor: Rincón del Técnico